Hoy en día, nos resulta tan natural como respirar. Con solo presionar un par de teclas, podemos replicar, mover o reorganizar textos, archivos e imágenes en cuestión de segundos. Pero ¿Alguna vez te has preguntado quién fue el inventor del copiar y pegar? Esta sencilla pero poderosa función ha definido décadas de trabajo digital, facilitando tareas cotidianas en computadoras y dispositivos móviles en todo el mundo. En este artículo te contamos quién fue el genio detrás de esta innovación, su contexto histórico y el profundo impacto que ha tenido en la tecnología y la sociedad.
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El origen del copiar y pegar
En la historia de la informática, hay invenciones que, a pesar de su aparente sencillez, transformaron por completo la forma en que interactuamos con las computadoras. Una de ellas es, sin duda, el “copiar y pegar”. Lo que hoy parece una acción básica, inmediata y automática, nació de una necesidad muy concreta en los inicios de la era digital: hacer más sencilla y accesible la edición de textos en una época donde el uso de computadoras estaba limitado a especialistas y técnicos con conocimientos avanzados.
Este acto cotidiano de seleccionar un fragmento de texto, imagen o archivo y replicarlo en otro lugar, ha influido no solo en la productividad individual, sino también en la evolución de la educación, el desarrollo del software, la creación de contenido y la cultura digital. Pero su origen tiene un nombre y un lugar claro.
Larry Tesler: el padre de una revolución digital
El inventor del copiar y pegar fue Lawrence Gordon Tesler, conocido como Larry Tesler, un informático estadounidense cuya carrera marcó el desarrollo de la interacción humano-computadora.
Tesler fue un pionero que creyó firmemente en una idea que hoy parece obvia pero que en su momento fue disruptiva: las computadoras deben adaptarse a las personas, no al revés. Su carrera estuvo marcada por esa filosofía, lo que lo llevó a crear soluciones que facilitaran la vida de los usuarios, independientemente de su nivel técnico.

Uno de los momentos más importantes en su trayectoria ocurrió durante su paso por Xerox PARC, el legendario centro de investigación tecnológica en Palo Alto, California. Allí, en la década de 1970, junto a su colega Tim Mott, desarrolló una función que cambiaría para siempre la forma en que las personas interactúan con las máquinas: el copy and paste, conocido en español como copiar y pegar.
El proyecto en el que estaban trabajando, un procesador de texto llamado Gypsy, fue uno de los primeros en incorporar una interfaz gráfica de usuario (GUI) con ventanas, íconos y, sobre todo, un mouse. A través de esta interfaz, los usuarios podían seleccionar fragmentos de texto, moverlos, duplicarlos o eliminarlos de forma visual, sin tener que aprender complicados comandos de consola.
¿Por qué nació esta función?: Inventor del copiar y pegar
En los años 70, las computadoras eran herramientas complejas, diseñadas principalmente para científicos e ingenieros. La edición de cualquier archivo requería el uso de comandos técnicos, y un error podía borrar información valiosa o complicar una tarea simple.
Larry Tesler se opuso radicalmente a esa rigidez. Él abogaba por una informática más intuitiva, más cercana a la experiencia humana. Su meta era que cualquier persona —desde un niño hasta un adulto mayor— pudiera usar un computador sin temor a equivocarse.
De ahí nació la función de copiar y pegar, como una forma de simplificar acciones cotidianas y, al mismo tiempo, reducir la frustración de los usuarios. Esta innovación no solo aceleró tareas de edición, sino que permitió que muchas más personas pudieran acceder a la tecnología sin barreras.
En lugar de volver a escribir fragmentos o reprogramar secciones enteras, los usuarios podían simplemente copiar y mover elementos dentro de un archivo. Este avance fue clave para mejorar la productividad y marcar el camino hacia una era de software más accesible.
Xerox PARC: el laboratorio donde nació el futuro
Un ecosistema de innovación: Inventor del copiar y pegar
Xerox PARC (Palo Alto Research Center) no solo fue la cuna del copiar y pegar. Fue un auténtico semillero de invenciones que definirían la era moderna de la computación personal. Allí surgieron tecnologías como:
- La interfaz gráfica de usuario
- El mouse
- Las ventanas de trabajo
- La impresión láser
- Las primeras redes de computadoras
- Y por supuesto, los procesadores de texto visuales
Sin embargo, a pesar de este cúmulo de descubrimientos, Xerox no logró comercializar ni capitalizar la mayoría de ellos. La empresa, enfocada en la fabricación de fotocopiadoras, no visualizó el potencial revolucionario de lo que estaba naciendo en su propio laboratorio.
Eso no impidió que otras figuras clave del mundo tecnológico vieran lo que se estaba gestando allí.
Apple, Steve Jobs y la expansión del copiar y pegar
Steve Jobs visitó Xerox PARC en 1979 y quedó fascinado con la interfaz gráfica.
La historia cuenta que Steve Jobs, cofundador de Apple, visitó Xerox PARC en una demostración privada que le dejó impresionado. Lo que vio allí —el mouse, las ventanas, la edición visual de texto— representaba el futuro, y él supo identificarlo de inmediato.
Poco después, Apple comenzó a desarrollar su propio entorno gráfico en proyectos como Lisa y posteriormente la Macintosh. El objetivo era claro: hacer computadoras amigables, accesibles, listas para el uso de personas comunes en casa, escuelas y oficinas.
En 1980, Apple contrató a Larry Tesler, quien aportó no solo su conocimiento técnico, sino también su visión humanista de la tecnología. Durante sus 17 años en la empresa, ayudó a consolidar muchas de las funciones que hoy damos por sentadas, como el copiar y pegar, que se integró de forma nativa en los sistemas operativos de Apple.
Gracias a la popularidad del Macintosh y su impacto en la industria, esta funcionalidad comenzó a estandarizarse en todo el mundo. Con el tiempo, se convirtió en una parte esencial del diseño de software, desde editores de texto hasta navegadores web, programas de diseño, hojas de cálculo, e incluso aplicaciones móviles.
¿Cómo cambió el mundo esta simple función?
Democratización del acceso al contenido
Antes del copiar y pegar, todo proceso de edición era manual, repetitivo y propenso a errores. La introducción de esta función significó un cambio radical en la forma de trabajar, permitiendo a millones de usuarios realizar tareas de manera más eficiente.
Se transformaron completamente sectores como:
- La edición de textos: facilitando desde correcciones hasta reestructuraciones completas de documentos.
- La programación: permitiendo reutilizar fragmentos de código y acelerar el desarrollo de software.
- La gestión de archivos: ayudando a mover y duplicar contenido sin riesgo de pérdida.
- La creación de contenido digital: desde blogs hasta diseño gráfico, la función es un pilar central en los procesos creativos.
Este avance permitió que personas con poca experiencia técnica pudieran ser igualmente productivas. La tecnología comenzó a empoderar a usuarios comunes, eliminando barreras de entrada que antes solo expertos podían sortear.
La educación y el conocimiento masivo: Inventor del copiar y pegar
Uno de los campos donde el copiar y pegar tuvo un impacto profundo fue en la educación. Con la llegada de internet, los estudiantes comenzaron a acceder a grandes volúmenes de información. Gracias al copiar y pegar, podían organizar, comparar y sintetizar datos con mayor facilidad.
Esta herramienta no solo sirvió para redactar ensayos más rápidamente, sino que también promovió la investigación, facilitó el aprendizaje autodidacta y expandió el acceso al conocimiento en regiones donde los recursos eran limitados.
Del mismo modo, investigadores y científicos han podido acelerar sus flujos de trabajo, analizando grandes volúmenes de datos y reorganizando información sin tener que repetir procesos manualmente.
El lado oscuro del copiar y pegar
El auge del plagio: Inventor del copiar y pegar
Uno de los efectos más notorios y preocupantes del copiar y pegar ha sido el incremento del plagio, un fenómeno que ha evolucionado de manera alarmante en los últimos años. En un mundo donde el acceso a la información es instantáneo y prácticamente ilimitado, esta función ha sido utilizada como una vía rápida para replicar ideas, textos y contenidos sin atribución alguna.
La facilidad con la que se puede seleccionar un párrafo, copiarlo con un atajo de teclado y pegarlo en otro documento ha provocado serias discusiones en diversos campos del conocimiento. En el ámbito académico, por ejemplo, las universidades y colegios han visto cómo estudiantes recurren al copiar y pegar como una solución fácil para completar tareas, sin desarrollar pensamiento crítico ni profundizar en los temas. Esto ha obligado a las instituciones a implementar programas de detección de plagio, como Turnitin, que revisan trabajos académicos en busca de similitudes con textos ya publicados en internet.
En el periodismo, la ética profesional también se ha visto comprometida. El uso inapropiado de contenido sin citar fuentes ha puesto en entredicho la credibilidad de algunos medios y reporteros. En la industria creativa, la situación no es diferente: diseñadores, escritores, músicos y programadores han denunciado que sus obras son copiadas y reproducidas sin su autorización ni reconocimiento, vulnerando los derechos de autor.
Este auge del plagio ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de fomentar una cultura de la atribución, donde se reconozca el trabajo de otros y se valore la creación original. No se trata solo de un asunto legal, sino de respeto y ética en la producción intelectual.

Automatización y pérdida de habilidades: Inventor del copiar y pegar
Otro efecto colateral del copiar y pegar es la dependencia excesiva que ha generado en ciertos contextos, especialmente en entornos escolares y universitarios. Cuando se utiliza sin reflexión, esta herramienta puede actuar como una muleta que debilita las habilidades cognitivas fundamentales.
Cada vez más educadores y especialistas advierten sobre una tendencia preocupante: muchos estudiantes ya no leen detenidamente los textos que copian. Simplemente buscan una respuesta rápida en línea, la copian y la entregan como propia. Este proceso limita su capacidad para analizar, sintetizar y expresar ideas con sus propias palabras, lo que repercute directamente en su desarrollo intelectual.
Lo mismo ocurre en ambientes laborales donde se espera una producción de contenido o ideas originales. Al adoptar una actitud pasiva frente a la información —reproduciendo sin procesar—, se corre el riesgo de empobrecer el trabajo final y de no aportar nada nuevo al conocimiento colectivo.
Además, esta pérdida de habilidades puede ser difícil de revertir. Una vez que alguien se acostumbra a resolver problemas o completar tareas a través de soluciones prefabricadas, la motivación para investigar, escribir o incluso pensar críticamente se ve erosionada. Esta es, sin duda, una de las caras menos visibles del uso extendido del copiar y pegar, pero no por ello menos significativa.
Más allá del texto: copiar y pegar en la era visual y multimedia
Expansión a imágenes, código y datos
El concepto de copiar y pegar ha evolucionado mucho más allá del simple manejo de texto. En la actualidad, esta función se ha expandido a una gran variedad de elementos digitales, convirtiéndose en una herramienta fundamental para la productividad y el flujo de trabajo.
Hoy en día, es común copiar:
- Archivos completos, moviéndolos de una carpeta a otra sin esfuerzo.
- Imágenes y gráficos, tanto estáticos como animados, entre programas de diseño, presentaciones o redes sociales.
- Fragmentos de código, utilizados por programadores para ahorrar tiempo al trabajar con estructuras repetitivas o para compartir soluciones entre equipos.
- Fórmulas matemáticas, sobre todo en plataformas educativas y científicas donde se trabaja con software como LaTeX o editores de ecuaciones.
- Celdas en hojas de cálculo, que permiten replicar datos o estructuras entre documentos contables y administrativos.
Esta capacidad de interoperabilidad ha sido clave en el desarrollo de entornos digitales más ágiles. Por ejemplo, en el campo del diseño gráfico, la posibilidad de copiar elementos desde Photoshop hacia Illustrator o viceversa facilita procesos creativos que antes eran lentos y fragmentados. En programación, copiar código de fuentes colaborativas como GitHub ha permitido acelerar desarrollos y resolver errores más rápido.
Este tipo de copiar y pegar ya no se trata simplemente de duplicar contenido, sino de integrar distintas herramientas en un ecosistema donde la eficiencia es vital.
Interfaces táctiles y móviles: Inventor del copiar y pegar
Con la llegada masiva de smartphones y tablets, el copiar y pegar tuvo que adaptarse a una nueva lógica de interacción: la de las pantallas táctiles. Lo que antes era un comando de teclado, ahora debía transformarse en un gesto intuitivo que funcionara con los dedos.
Este proceso no fue inmediato. Al principio, muchos usuarios se sentían frustrados por la dificultad de seleccionar texto, mover el cursor o acceder al menú de copiar y pegar en pequeñas pantallas. Sin embargo, la evolución del software móvil logró resolver buena parte de estos problemas.
Hoy, tanto en iOS como en Android, el copiar y pegar es una función integrada y fundamental. Desde copiar un número de teléfono hasta compartir una URL, esta acción forma parte de la experiencia básica del usuario móvil. Aun así, presenta retos particulares: por ejemplo, seleccionar fragmentos largos de texto puede seguir siendo incómodo, y en algunas aplicaciones el gesto no siempre responde como se espera.
A pesar de ello, el desarrollo constante de interfaces más precisas y personalizables ha permitido que esta función se mantenga vigente, incluso en dispositivos que no tienen teclado ni mouse. En este sentido, el copiar y pegar se ha adaptado no solo a nuevas tecnologías, sino también a nuevas formas de interactuar con ellas.
Larry Tesler: una vida dedicada a la usabilidad
Más que copiar y pegar: Inventor del copiar y pegar
Larry Tesler, el hombre a quien se atribuye la invención del copiar y pegar, fue mucho más que el creador de una función práctica. Su trabajo reflejó una filosofía de fondo: la informática debía estar al servicio del usuario, no al revés.
Desde sus inicios en Xerox PARC, donde ayudó a desarrollar interfaces gráficas pioneras, hasta su paso por empresas como Apple, Amazon y Yahoo, Tesler defendió incansablemente la idea de que la tecnología debía ser intuitiva, accesible y fácil de usar. Esta visión lo convirtió en un referente clave en el campo del diseño de experiencia de usuario (UX).
En Apple, colaboró estrechamente con Steve Jobs durante el desarrollo de productos como el Lisa y el Macintosh. Su influencia fue decisiva para que los ordenadores personales incorporaran una lógica de interacción amigable, que permitiera a cualquier persona —incluso sin conocimientos técnicos— utilizar un computador con confianza.
Su mantra, “No modes” (sin modos), resumía su filosofía: las interfaces no debían cambiar de comportamiento sin que el usuario lo supiera, ya que eso generaba confusión. Esta idea, que hoy parece obvia, fue revolucionaria en su momento y sigue siendo uno de los principios fundamentales del diseño digital.
Un legado silencioso pero omnipresente: Inventor del copiar y pegar
Larry Tesler falleció en febrero de 2020, pero su legado sigue presente en cada interacción que realizamos frente a una pantalla. El simple acto de copiar un texto, mover un archivo o arrastrar un ícono responde a los principios que él ayudó a establecer.
A diferencia de otras figuras del mundo tecnológico, Tesler no buscó notoriedad ni reconocimiento mediático. Su impacto ha sido silencioso, pero profundamente transformador. En cada correo electrónico redactado, en cada documento editado o presentación creada, su influencia está ahí, operando en segundo plano.
¿Qué sería del mundo sin copiar y pegar?
Imaginemos por un momento… Inventor del copiar y pegar
- Editores redactando todo desde cero.
- Estudiantes reescribiendo información a mano.
- Programadores tecleando miles de líneas sin poder duplicar código.
- Diseñadores organizando archivos visuales sin facilidad para mover contenido.
Sería un mundo mucho más lento, ineficiente y limitado. Esta simple función ha sido una pieza clave en la productividad moderna.
El futuro del copiar y pegar

¿Hay algo más allá?
Con los avances en inteligencia artificial, realidad aumentada y asistentes virtuales, algunas tareas empiezan a ir más allá del clásico Ctrl+C y Ctrl+V. Hoy, asistentes inteligentes ya pueden interpretar, adaptar y transformar información de forma automática.
Aun así, el copiar y pegar sigue siendo insustituible por su simplicidad, rapidez y eficacia.
Conclusión: Inventor del copiar y pegar
El inventor del copiar y pegar, Larry Tesler, cambió el curso de la historia tecnológica con una herramienta que parece trivial, pero ha transformado el modo en que producimos, compartimos y gestionamos información. Su creación no solo facilitó millones de tareas diarias, sino que también ayudó a construir un mundo más accesible, eficiente y conectado. A pesar de sus efectos secundarios, el copiar y pegar sigue siendo un emblema de la era digital: una genialidad silenciosa que usamos todos los días sin pensar en ella. Y eso, quizás, es la prueba más grande de su impacto.
Preguntas frecuentes: Inventor del copiar y pegar
1. ¿Quién fue el inventor del copiar y pegar?
El inventor del copiar y pegar fue Larry Tesler, un informático estadounidense que desarrolló esta función mientras trabajaba en Xerox PARC durante la década de 1970.
2. ¿Cuál fue el primer programa en utilizar copiar y pegar?
El procesador de texto Gypsy, desarrollado en Xerox PARC, fue uno de los primeros en implementar la función de copiar y pegar con una interfaz gráfica.
3. ¿Qué impacto tuvo copiar y pegar en la informática?: Inventor del copiar y pegar
Revolucionó la forma en que interactuamos con computadoras, facilitando la edición de texto, programación, gestión de archivos y acelerando la productividad general.
4. ¿El copiar y pegar ha contribuido al plagio?: Inventor del copiar y pegar
Sí, ha facilitado el plagio digital, lo que ha motivado la creación de sistemas de detección y normativas más estrictas en entornos académicos y editoriales.
5. ¿Cuál es el legado de Larry Tesler más allá del copiar y pegar?
Tesler promovió el diseño centrado en el usuario y la simplicidad en las interfaces, trabajando en empresas como Apple, Amazon y Yahoo para hacer la tecnología más accesible.
Enlaces externos: Inventor del copiar y pegar
Temas relacionados: Inventor del copiar y pegar
- Historia de la informática
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- Diseño de interfaces gráficas
- Usabilidad y experiencia de usuario (UX)
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