¿De dónde provienen los gatos? Origen, evolución 1.0

De dónde provienen los gatos

Saber de dónde provienen los gatos implica adentrarse en una historia que combina evolución, convivencia humana y misterio. Aunque hoy los vemos descansando en sofás o cazando sombras por el pasillo, sus raíces se remontan a los desiertos del norte de África y las civilizaciones antiguas. En este artículo exploraremos cómo estos felinos pasaron de ser depredadores solitarios a convertirse en uno de los animales domésticos más queridos del mundo.

El linaje felino: la familia a la que pertenecen los gatos

Los primeros felinos en la historia evolutiva

Para comprender verdaderamente a los gatos domésticos, es necesario remontarse millones de años atrás, al nacimiento de una de las familias más exitosas del reino animal: la familia Felidae, que agrupa tanto a los felinos salvajes como a los domésticos. Esta poderosa línea evolutiva comenzó su historia en los bosques de Europa y Asia, donde surgieron los primeros carnívoros especializados.

El primer representante conocido de esta familia es el Proailurus, considerado el “gato antes del gato”. Este animal habitó la Tierra hace aproximadamente 25 millones de años, durante el Oligoceno. Su nombre significa literalmente “antes del gato” en griego, y su anatomía ya mostraba rasgos que más adelante definirían a los felinos: patas ágiles, cuerpo esbelto y dentadura afilada. (De dónde provienen los gatos)

A medida que los continentes cambiaban y los climas evolucionaban, la familia Felidae se fue diversificando, dando lugar a múltiples especies adaptadas a distintos entornos. Entre 10 y 15 millones de años atrás, aparecieron linajes de grandes felinos como los leones y tigres, mientras que hace unos 10 millones de años emergió el género Felis, mucho más pequeño, ágil y solitario. Es en este grupo donde encontramos a los antepasados directos del gato doméstico.

El desarrollo del género Felis marcó un punto de inflexión en la historia felina: se trataba de animales más discretos, que preferían cazar solos y que lograron adaptarse con éxito a climas áridos, regiones montañosas y zonas de escasa vegetación. Esta versatilidad sería clave para su futura relación con los humanos.


El Felis lybica, el ancestro más directo

El gato salvaje africano: De dónde provienen los gatos

Aunque existen muchas especies de gatos salvajes en el mundo, el más estrechamente emparentado con el gato doméstico es el Felis lybica, conocido comúnmente como gato montés africano. Este pequeño felino sigue viviendo en estado silvestre en regiones desérticas y semiáridas de África, Medio Oriente y Asia occidental, y posee una genética que, según estudios genómicos recientes, es prácticamente idéntica a la de los gatos domésticos actuales.

Lo que distingue al Felis lybica de otras especies es su alta compatibilidad genética con Felis catus. Los estudios revelan que comparten entre el 95 y el 99,9 % del ADN, lo cual ha sido clave para confirmar que todos los gatos domésticos del mundo tienen su origen en este felino discreto y hábil, que hace miles de años empezó a vivir en contacto con las primeras civilizaciones humanas.

De dónde provienen los gatos
De dónde provienen los gatos

A diferencia de otras especies que fueron domesticadas de forma deliberada —como el perro, el caballo o el ganado—, el gato montés africano no fue domesticado a la fuerza. Fue una domesticación espontánea, nacida de la convivencia y la conveniencia mutua. Se estima que este proceso comenzó hace unos 9.000 años, durante la revolución agrícola en el Creciente Fértil.

Las aldeas humanas empezaban a almacenar granos, lo cual atrajo a roedores. Y donde hay roedores, llegan los gatos. Los Felis lybica comenzaron a cazar cerca de los asentamientos humanos, y con el tiempo, algunos se mostraron menos agresivos y más tolerantes a la cercanía de las personas. Los humanos, al notar su utilidad, los aceptaron como aliados naturales, lo que inició una larga relación de mutua colaboración.

Características del Felis lybica: (De dónde provienen los gatos)

Tamaño similar al del gato doméstico: El Felis lybica mide entre 45 y 75 cm de largo, con una cola de 25 a 30 cm, y pesa entre 3 y 6 kg. Su pelaje es corto, de color arenoso o grisáceo con algunas rayas o manchas tenues, perfecto para camuflarse en entornos secos. Físicamente, se asemeja muchísimo a algunos gatos callejeros de hoy.

Solitario y territorial: Como muchos de sus descendientes modernos, este felino vive solo, patrulla y marca su territorio con gran dedicación. Su comportamiento natural no es gregario, lo que explica por qué incluso los gatos domésticos actuales pueden ser más independientes que otras mascotas.

Cazador de pequeños mamíferos: Su dieta se compone principalmente de roedores, aves pequeñas y reptiles. Su agilidad, paciencia y precisión al acechar a su presa son rasgos que aún conservan los gatos domésticos, incluso cuando ya no necesitan cazar para alimentarse.

Adaptado a ambientes áridos: El Felis lybica tiene una extraordinaria capacidad de conservación de agua. Puede sobrevivir con muy poca hidratación externa, extrayendo humedad de sus presas. Este rasgo fisiológico es una herencia que aún comparten los gatos de hoy: por eso, es tan importante ofrecerles siempre agua fresca, ya que no beben en exceso por naturaleza.


Primeros vínculos entre humanos y gatos

Neolítico y nacimiento de la agricultura: De dónde provienen los gatos

Hace aproximadamente 9.000 años, la humanidad experimentó una transformación radical en su forma de vida: el paso de sociedades nómadas cazadoras-recolectoras a comunidades sedentarias agrícolas. Este proceso, conocido como la revolución neolítica, cambió no solo la relación de las personas con el entorno, sino también sus vínculos con otras especies.

En esta etapa, el cultivo de cereales como el trigo y la cebada comenzó a practicarse de forma intensiva en zonas como la Media Luna Fértil —una región que abarca lo que hoy es Egipto, Israel, Irak, Irán y Siria—. Los excedentes agrícolas empezaron a almacenarse en silos y graneros, lo que generó un nuevo problema: la proliferación de roedores. (De dónde provienen los gatos)

Fue entonces cuando ciertos felinos salvajes, atraídos por la abundancia de presas, se acercaron por primera vez a los asentamientos humanos. No fue un encuentro violento, ni una domesticación forzada. Los humanos notaron que estos animales ayudaban a controlar las plagas, y poco a poco comenzaron a tolerar —y más tarde a valorar— su presencia.

A diferencia de los perros, domesticados para tareas específicas, los gatos llegaron por su cuenta, sin ser criados ni adiestrados, simplemente porque les convenía. Y lo mismo ocurrió del otro lado: los humanos se beneficiaron enormemente de su presencia. Así nació una relación simbiótica, silenciosa, pero poderosa. En ese contexto, comenzó la domesticación del gato montés africano (Felis lybica), el ancestro más directo del gato doméstico actual.


El hallazgo arqueológico de Chipre: De dónde provienen los gatos

En el año 2004, arqueólogos descubrieron en Chipre la tumba de un humano enterrado junto a un gato. Este entierro data de hace 9.500 años, lo que lo convierte en la evidencia más antigua de domesticación felina.

El descubrimiento fue realizado en el yacimiento de Shillourokambos, al sur de Chipre. Allí, un equipo de arqueólogos franceses encontró una tumba sorprendente: un ser humano y un gato enterrados lado a lado, con una orientación similar y sin señales de que el gato haya sido sacrificado.

Este hallazgo cambió por completo lo que se sabía sobre la relación entre humanos y gatos. Hasta entonces, se creía que los gatos habían sido domesticados por primera vez en Egipto, miles de años después. Sin embargo, esta tumba chipriota —datada en 7.500 a.C.— demuestra que ya existía un vínculo profundo entre ambos especies mucho antes.

Los arqueólogos concluyeron que este gato no era simplemente un animal útil, sino que tenía un valor simbólico o emocional para la persona enterrada con él. Además, el hecho de que el gato hubiera sido llevado hasta una isla como Chipre, que no tiene especies felinas autóctonas, implica un esfuerzo humano por transportarlo, lo que sugiere una valoración especial.

Este descubrimiento demuestra: (De dónde provienen los gatos)

  • Una conexión emocional entre humanos y gatos: el entierro conjunto no parece casual. Indica afecto, respeto o incluso un tipo de vínculo espiritual.
  • Que los gatos fueron transportados a islas, lo que implica valor social: no se trataba de animales silvestres que se subieron solos a los barcos, sino de seres apreciados lo suficiente como para ser llevados a nuevas tierras.
  • Que ya se les consideraba más que simples cazadores: si solo fueran útiles contra roedores, no habrían recibido un entierro junto a un humano. Este acto muestra una temprana forma de domesticación y convivencia estrecha.

Egipto: la cuna de la adoración felina

Los gatos como seres sagrados: De dónde provienen los gatos

Si hay una civilización que marcó un antes y un después en la historia de los gatos, esa fue sin duda el Antiguo Egipto. Allí, los gatos pasaron de ser animales útiles a convertirse en símbolos sagrados y protectores del hogar. Esta transformación tuvo profundas implicancias culturales, religiosas y sociales.

Los egipcios observaron con atención el comportamiento del gato: su elegancia, su capacidad de caza, su limpieza, su independencia. Todo esto encajaba perfectamente con sus valores religiosos y espirituales. Así, comenzaron a asociarlos con la diosa Bastet, divinidad de la fertilidad, la armonía, la protección familiar y la música. Bastet era representada como una mujer con cabeza de gato o como una gata en actitud serena.

A partir de esta asociación, los gatos se convirtieron en animales venerados, no solo en los hogares, sino también en los templos. Se les cuidaba, alimentaba y protegía con celo. Muchos vivían libremente dentro de los recintos sagrados y eran tratados como intermediarios entre los dioses y los humanos.

De dónde provienen los gatos
De dónde provienen los gatos

Los egipcios: (De dónde provienen los gatos)

  • Les permitían vivir en los templos: eran guardianes sagrados, especialmente en aquellos dedicados a Bastet, como el famoso templo de Bubastis.
  • Los momificaban como ofrendas religiosas: al morir, muchos gatos eran momificados con técnicas similares a las de los humanos, y enterrados en necrópolis especiales.
  • Prohibían su exportación (aunque muchos se llevaban ilegalmente): el comercio de gatos era un delito, pero aún así algunos navegantes los sacaban de contrabando hacia otras tierras del Mediterráneo.
  • Aplicaban penas severas a quien dañara a un gato: existen registros de personas condenadas a muerte por matar, incluso accidentalmente, a un felino. El respeto era absoluto.

Gracias a este trato reverente, Egipto fue clave para expandir a los gatos por el Mediterráneo, lo que consolidó su presencia en Europa, Asia y más allá. Las rutas comerciales, tanto marítimas como terrestres, fueron el vehículo por el cual los gatos comenzaron su silenciosa conquista del mundo.


El gato llega a Europa y Asia

Grecia, Roma y Oriente: De dónde provienen los gatos

A partir del año 1.000 a.C., los gatos comenzaron a aparecer cada vez con más frecuencia en distintas regiones de Europa y Asia, transportados por comerciantes, viajeros y marineros que los llevaban como controladores de plagas en barcos y graneros. Pero lo que empezó como una práctica pragmática, pronto se convirtió en algo más profundo.

En Grecia y Roma, los gatos eran animales domésticos comunes, valorados por su capacidad para mantener las casas y almacenes libres de ratones. Aunque no alcanzaron el estatus divino que tenían en Egipto, fueron adoptados por muchas familias y se les representaba en mosaicos, cerámicas y literatura.

En el ámbito filosófico, los griegos admiraban su independencia y su mirada analítica, cualidades que muchos pensadores veían como virtudes del alma contemplativa.

En India y China, los gatos llegaron por medio de rutas comerciales como la Ruta de la Seda. Allí también fueron bien recibidos, aunque con connotaciones distintas. En China, se les consideraba símbolos de buena fortuna, asociados con la prosperidad, el equilibrio y la protección contra malos espíritus.

En Japón, los primeros gatos aparecen documentados en la corte imperial hacia el año 600 d.C.. Desde entonces, fueron integrados a la cultura como animales de compañía y también como figuras espirituales. El famoso Maneki-neko —el “gato que llama con la pata”— es descendiente de esta veneración milenaria.


Edad Media: de la superstición a la supervivencia

Durante la Edad Media, el papel de los gatos en la sociedad europea experimentó un giro oscuro y dramático. Tras haber sido venerados en civilizaciones como la egipcia y respetados en la antigüedad clásica, los gatos comenzaron a ser vistos con desconfianza, temor e incluso odio en la Europa cristiana medieval.

A medida que el cristianismo se expandía por el continente, muchos símbolos paganos y antiguos fueron reinterpretados bajo una nueva luz doctrinal. En este proceso, el gato —especialmente el gato negro— se convirtió en blanco de supersticiones. Su comportamiento independiente, su actividad nocturna y sus ojos brillantes al reflejar la luz alimentaron creencias que los asociaban con lo oculto.

Con el tiempo, fueron vinculados a la brujería. Se decía que las brujas los usaban como compañeros, espías o incluso como encarnaciones del demonio. En varias regiones, los gatos eran considerados “familiares” demoníacos, seres a través de los cuales el Mal operaba en la Tierra.

Esta percepción llevó a su persecución:

  • Se organizaban quemas de gatos en festividades religiosas, como forma de “limpiar el mal”.
  • En tribunales de la Inquisición, se incluían acusaciones de brujería que involucraban la presencia de gatos.
  • Se practicaron campañas sistemáticas de exterminio, especialmente entre los siglos XIII y XIV.

Consecuencias: De dónde provienen los gatos

  • Proliferación de ratas, lo que favoreció la propagación de enfermedades como la peste negra: Paradójicamente, esta persecución felina tuvo consecuencias devastadoras. Con la drástica reducción del número de gatos, las ratas —principales portadoras de las pulgas que transmitían la peste— se multiplicaron sin control, lo que favoreció el avance de la Peste Negra, una de las pandemias más mortales de la historia.
  • Reducción drástica de la población felina en algunas regiones: En zonas como Francia, Alemania e Inglaterra, el número de gatos descendió notablemente. En muchas aldeas era raro ver felinos, y su ausencia generó un desequilibrio ecológico significativo.
  • Refugio en conventos, graneros y comunidades rurales: A pesar del rechazo generalizado, en algunos entornos más aislados o prácticos, como los monasterios y los campos, los gatos fueron protegidos discretamente por quienes comprendían su utilidad. En conventos, por ejemplo, eran valorados por proteger manuscritos de los roedores, y en los graneros rurales su presencia seguía siendo esencial.

Con el paso de los siglos y especialmente hacia finales de la Edad Media, las creencias supersticiosas comenzaron a debilitarse. La constante amenaza de plagas y enfermedades, sumada a la necesidad de proteger los alimentos almacenados, llevó a muchas comunidades a revalorar a los gatos como aliados indispensables en el control de plagas.

Poco a poco, el felino volvió a ganarse un lugar en los hogares europeos, aunque todavía con cierto recelo. Ya no eran considerados sagrados, pero al menos se les reconocía como útiles. Esta lenta rehabilitación fue clave para que los gatos sobrevivieran a una de las épocas más oscuras de su historia.


La llegada de los gatos a América

El salto transoceánico de los gatos tuvo lugar durante la era de los descubrimientos, cuando Europa comenzó a explorar y colonizar el continente americano. Esta expansión global también significó el traslado masivo de plantas, animales y costumbres, en un proceso conocido como el intercambio colombino.

Los viajes de exploración y colonización europea, iniciados en el siglo XV, representaron el punto de inflexión que permitió a los gatos cruzar el Atlántico y conquistar un nuevo continente.

Siglo XV: fueron embarcados para controlar ratas en los barcos

Los barcos europeos estaban plagados de ratas, que roían los suministros, dañaban las estructuras de madera y transmitían enfermedades. Para combatirlas, los gatos eran embarcados como parte esencial de la tripulación.

Eran conocidos como “gatos de barco”, y su tarea era doble: cazadores de roedores y compañeros silenciosos de los marineros. Algunas bitácoras de navegación incluso mencionan a estos animales con nombre propio, lo que demuestra la cercanía emocional que algunos desarrollaban con los felinos durante las largas travesías.

Gracias a estos viajes, los gatos pisaron por primera vez suelo americano, transportados tanto por españoles como por portugueses, ingleses, franceses y holandeses.

Colonias americanas: De dónde provienen los gatos

Una vez en tierra firme, los gatos encontraron un nuevo entorno al cual adaptarse. En las primeras colonias —como las establecidas en el Caribe, México, Perú, Brasil y Norteamérica— fueron bien recibidos por colonos, campesinos y misioneros.

  • En las granjas, ayudaban a mantener a raya a los roedores que atacaban los cultivos y los almacenes.
  • En los conventos y misiones religiosas, protegían los archivos y bibliotecas.
  • En las casas coloniales, su presencia empezó a volverse habitual, y pronto también afectiva.

Con el paso del tiempo, se integraron como parte del paisaje doméstico americano, al punto que su función fue evolucionando. De ser simples controladores de plagas, pasaron a ser mascotas queridas y símbolos culturales.

Se adaptaron a diferentes climas y ecosistemas: De dónde provienen los gatos

La plasticidad ecológica del gato le permitió adaptarse a los más diversos entornos del continente:

  • En zonas andinas, vivían en pueblos y campos con temperaturas frías.
  • En las islas del Caribe, prosperaron entre plantaciones y puertos.
  • En América del Norte, acompañaron la expansión hacia el oeste, instalándose en ciudades, ranchos y campamentos.

Incluso en las regiones selváticas, desérticas o montañosas, los gatos encontraron formas de sobrevivir y reproducirse. Algunas poblaciones ferales (gatos asilvestrados) llegaron a formar colonias estables en libertad, sobre todo cerca de asentamientos humanos.

Desde entonces, los gatos comenzaron a poblar el continente americano, ampliando su dominio territorial y social. Su presencia en América no solo se volvió permanente, sino también masiva. Hoy en día, los gatos son uno de los animales domésticos más comunes en el hemisferio occidental, con millones de ejemplares en hogares de todo el continente.

De dónde provienen los gatos
De dónde provienen los gatos

Domesticación, pero no total

Aunque los gatos conviven con los humanos desde hace milenios, muchos científicos consideran que no están completamente domesticados. A diferencia del perro, cuya evolución fue dirigida por el hombre, los gatos:

  • Conservan su comportamiento cazador
  • Pueden vivir de forma feral (salvaje urbano)
  • No dependen emocionalmente del humano
  • Tienen una socialización limitada

Por ello, muchos expertos afirman que los gatos viven en un estado de “semi-domesticación”.


Conclusión: De dónde provienen los gatos

Comprender de dónde provienen los gatos es explorar una historia de millones de años que culmina en nuestros hogares actuales. Su evolución, su relación con las civilizaciones antiguas y su peculiar domesticación hacen de los gatos un animal único. Desde los desiertos africanos hasta el sillón de nuestra sala, estos felinos han sabido adaptarse y cautivar al ser humano sin perder su esencia salvaje e independiente. Hoy son más que mascotas: son testigos vivos de una historia compartida.


Preguntas frecuentes: De dónde provienen los gatos

1. ¿Cuál es el ancestro más directo del gato doméstico?
El Felis lybica, también conocido como gato montés africano, es el antecesor genético más cercano al gato doméstico actual.

2. ¿Desde cuándo conviven los gatos con los humanos?: De dónde provienen los gatos
Desde hace aproximadamente 9.000 años, cuando los humanos comenzaron a cultivar y almacenar alimentos en el Neolítico.

3. ¿Qué rol jugaron los egipcios en la historia de los gatos?: De dónde provienen los gatos
En Egipto, los gatos eran venerados como seres sagrados, asociados a la diosa Bastet. También fueron momificados y protegidos por ley.

4. ¿Cómo llegaron los gatos a América?: De dónde provienen los gatos
Fueron llevados por colonizadores europeos en barcos para controlar plagas, y se establecieron rápidamente en el continente.

5. ¿Los gatos están completamente domesticados?
No del todo. Muchos científicos consideran que los gatos viven en una domesticación parcial, ya que conservan muchos rasgos salvajes.


Enlaces externos: De dónde provienen los gatos


Temas relacionados: De dónde provienen los gatos

  • Historia de la domesticación animal
  • Evolución de los felinos
  • Domesticación del perro vs. gato
  • Gatos en la cultura egipcia
  • Gatos ferales y urbanos
  • Aparición de las razas felinas
  • Diferencias entre felinos salvajes y domésticos
  • El rol de los gatos en la historia humana

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