¿Cuándo se creó la economía? Es una pregunta que parece sencilla, pero cuya respuesta requiere un viaje a través del tiempo, desde los primeros intercambios en comunidades primitivas hasta la formalización de teorías económicas en la modernidad. La economía, lejos de ser una invención reciente, tiene raíces tan antiguas como la propia civilización humana. Comprender su origen no solo permite responder a una curiosidad intelectual, sino también valorar su influencia en la organización de las sociedades actuales.
Este artículo recorre cinco grandes momentos que marcan hitos cruciales para entender cuándo se creó la economía tal como la conocemos hoy. Desde el trueque prehistórico hasta el nacimiento de la economía política moderna, este análisis te invita a descubrir cómo se fue formando uno de los pilares fundamentales de la vida en sociedad.
Tabla de Contenido
1. Economía primitiva: el nacimiento del trueque (alrededor de 10,000 a.C.)
La historia de la economía no comenzó con las bolsas de valores, los bancos centrales ni los billetes impresos. Mucho antes de que existieran los conceptos modernos que hoy asociamos con el mundo económico, las primeras comunidades humanas ya habían dado los primeros pasos hacia un sistema de intercambio rudimentario pero profundamente transformador. Este punto de partida se remonta a la época del Neolítico, alrededor del 10,000 a.C., cuando el ser humano dejó de ser nómada cazador-recolector para asentarse y dar forma a los primeros pueblos agrícolas.
Con el descubrimiento y la práctica sistemática de la agricultura y la ganadería, las sociedades comenzaron a generar excedentes: por primera vez, producían más de lo que necesitaban para subsistir. Este cambio estructural dio lugar a una forma incipiente de economía: el trueque. El trueque consistía en el intercambio directo de bienes, sin la mediación de una moneda o de un precio estandarizado. Era una forma básica de comercio, en la que el valor se negociaba sobre la marcha y dependía enteramente de las necesidades mutuas de las partes involucradas. (Cuándo se Creó la Economía)
Por ejemplo, si una familia tenía más trigo del que podía consumir, podía ofrecerlo a otra familia que, en cambio, disponía de herramientas de piedra, pieles curtidas o cerámica. Así, el trigo se transformaba en una especie de moneda viva, cuyo valor era relativo al contexto y a la necesidad. El trueque también requería habilidades de negociación, percepción del valor, y una noción incipiente de escasez: si algo era raro o difícil de obtener, se volvía más valioso.
Este sistema, aunque limitado por la falta de una unidad de valor común, sentó las bases del pensamiento económico que dominaría los siglos venideros. A través del trueque, los seres humanos aprendieron a comparar, a elegir, a asignar valor subjetivo a los objetos, y a tomar decisiones basadas en la utilidad y la disponibilidad. Lo que estaba en juego no era simplemente un intercambio de bienes materiales, sino una lógica de supervivencia organizada, una racionalización de los recursos.
Cabe señalar que el trueque no era un acto aislado ni esporádico. En muchas comunidades, se institucionalizó como práctica cotidiana y se convirtió en un factor central en la cohesión del grupo. Con el tiempo, los intercambios se fueron ampliando: no solo entre individuos, sino entre clanes, aldeas o tribus, abriendo rutas de intercambio que anticipaban, a pequeña escala, los futuros mercados regionales. (Cuándo se Creó la Economía)
La ausencia de dinero no implicaba la ausencia de economía. Por el contrario, estas sociedades practicaban una forma embrionaria de economía que, aunque no codificada, reflejaba ya los elementos esenciales de toda actividad económica: oferta, demanda, utilidad, escasez y decisión. Así, la economía —aunque aún no reconocida como tal— había nacido. No como ciencia abstracta ni como disciplina académica, sino como una necesidad vital, como una práctica diaria que estructuraba la vida social y permitía la supervivencia colectiva.
Incluso en esta etapa tan temprana, es posible observar la aparición de ciertas nociones que más tarde serían fundamentales para el pensamiento económico: la asignación de recursos, la ventaja comparativa (algunos grupos eran más hábiles fabricando herramientas, otros cultivando), y el concepto de intercambio equitativo. Aunque sin fórmulas ni gráficos, estos primeros agricultores y ganaderos estaban resolviendo los mismos dilemas que hoy enfrentan economistas en oficinas gubernamentales o salas de juntas corporativas. (Cuándo se Creó la Economía)
La economía, en su forma más antigua, fue entonces un fenómeno social espontáneo, profundamente humano, y adaptado a las condiciones del entorno. No surgió de tratados ni de manuales, sino de la interacción cotidiana, de la necesidad de convivir, de compartir y de sobrevivir. Así se sembró la semilla de lo que, milenios después, se convertiría en una de las disciplinas más influyentes del mundo moderno.

2. Mesopotamia y Egipto: el surgimiento de una administración económica (3000 a.C.)
A medida que las sociedades humanas se fueron volviendo más complejas, la economía también evolucionó. Si el trueque fue el punto de partida, el siguiente gran paso fue la aparición de sistemas económicos organizados y centralizados. Este avance ocurrió con especial claridad en dos de las civilizaciones más influyentes de la Antigüedad: Mesopotamia y Egipto. En estas regiones, la economía comenzó a institucionalizarse y a integrarse como una parte esencial del aparato estatal.
En Mesopotamia, una de las cunas de la civilización, se han encontrado registros escritos que evidencian una gestión económica notablemente avanzada para su época. Las tablillas de arcilla sumerias, inscritas con escritura cuneiforme, son un testimonio invaluable: no solo registraban mitologías o decretos reales, sino también transacciones económicas, préstamos de grano, pagos de impuestos, contratos laborales y acuerdos comerciales. En otras palabras, ya existía una contabilidad primitiva que permitía administrar excedentes, controlar deudas y planificar la producción. (Cuándo se Creó la Economía)
Este tipo de registros indica una economía que, aunque aún alejada del capitalismo moderno, ya presentaba estructuras organizativas. Se trataba de una economía planificada, donde el Estado o el templo jugaban un rol central en la asignación de recursos. Los templos mesopotámicos, en particular, no solo eran centros religiosos, sino también núcleos económicos: administraban tierras, almacenaban productos, organizaban el trabajo y controlaban las rutas de intercambio. La figura del escriba, en este contexto, era clave: su labor consistía en llevar cuentas, medir, pesar y garantizar que los registros fueran precisos.
Por su parte, en Egipto, el faraón encarnaba no solo el poder político y religioso, sino también el económico. Toda la tierra era considerada propiedad del Estado, y su producción era cuidadosamente gestionada. A través de una red de funcionarios y escribas, el faraón controlaba las cosechas, los tributos, la distribución de alimentos y la asignación de tierras. Las granjas colectivas y los almacenes estatales eran pilares fundamentales de esta economía centralizada, que funcionaba como una maquinaria perfectamente ajustada. (Cuándo se Creó la Economía)
Los escribas egipcios, entrenados en complejas técnicas de contabilidad y registro, llevaban el control meticuloso de lo que se sembraba, cosechaba, almacenaba y distribuía. Nada escapaba a la mirada del Estado. Incluso los trabajos más básicos, como la construcción de canales o pirámides, eran planificados con criterios económicos: cálculo de mano de obra, tiempos de ejecución, consumo de recursos, abastecimiento de materiales.
En ambas civilizaciones, el comercio también tenía un rol importante, aunque no siempre era libre ni competitivo como en los mercados actuales. Se realizaban intercambios entre regiones, se cobraban impuestos en especie y se establecían normas para garantizar el flujo ordenado de bienes. Pero, sobre todo, se observa un paso fundamental: la economía dejó de ser un asunto meramente doméstico o tribal para convertirse en una herramienta de organización estatal.
Aquí nace la noción de economía pública, de planificación estratégica y de redistribución. Los gobernantes comprendieron que el control de los recursos era esencial para el mantenimiento del poder, el orden social y la prosperidad del reino. Así, se forjaron los primeros antecedentes de lo que hoy llamaríamos política económica. (Cuándo se Creó la Economía)
3. Grecia y Roma: la economía como reflexión filosófica y legal (siglo V a.C. – siglo V d.C.)
En la vasta línea del tiempo que traza el desarrollo del pensamiento económico, uno de los momentos más relevantes y profundos se sitúa en el mundo clásico, especialmente en las civilizaciones griega y romana. Fue durante este periodo, comprendido entre el siglo V a.C. y el siglo V d.C., que por primera vez se comenzó a reflexionar sobre la economía no solo como una práctica empírica de subsistencia o intercambio, sino como una cuestión filosófica, ética, política y legal. Aquí se empieza a gestar, lentamente, el tránsito desde la economía como acto cotidiano hacia la economía como objeto de estudio intelectual.
En la Grecia clásica, epicentro del pensamiento racional occidental, emergen figuras como Aristóteles, quien dedica parte de su obra a explorar las distintas formas de administración y adquisición de bienes. Aristóteles distingue de manera clara dos conceptos que marcarían siglos de debate: por un lado, la oikonomía, entendida como la administración del hogar, el arte de gestionar los recursos dentro de la familia o la comunidad; por otro lado, la crematística, o sea, la búsqueda de riqueza y lucro, que él consideraba contraria al orden natural cuando se ejercía de forma desmedida y sin fines sociales. (Cuándo se Creó la Economía)
Esta dicotomía no es menor: para Aristóteles, la economía debía estar subordinada al bienestar colectivo y al equilibrio ético, y no convertirse en un fin en sí misma.
La propia etimología del término “economía” da cuenta de esta raíz conceptual. Proveniente del griego oikos (casa, hogar) y nomos (norma, ley), la palabra oikonomía aludía originalmente al manejo prudente y racional de los recursos del hogar, y no al comercio ni a la acumulación. Este enfoque, aunque restringido en comparación con las definiciones actuales, revela una preocupación temprana por la racionalidad económica, por la relación entre medios y fines, y por el papel de la ética en las decisiones materiales.

En la Roma imperial, por su parte, el legado más trascendental en términos económicos no provino tanto de la filosofía como del derecho. El sistema legal romano fue una de las mayores contribuciones de esta civilización al mundo occidental, y sentó las bases de muchos de los principios que hoy rigen la economía moderna. Conceptos como la propiedad privada, los contratos, las obligaciones jurídicas, las herencias, y la responsabilidad patrimonial fueron desarrollados con gran precisión y sistematicidad. Estas estructuras legales permitieron el funcionamiento de una economía más compleja y sofisticada, basada en relaciones jurídicas estables y predecibles.
El Derecho Romano, al institucionalizar las normas del comercio y las transacciones, creó un marco de seguridad y confianza sin el cual ninguna economía puede prosperar. De hecho, muchos de los principios que hoy sustentan el capitalismo —como la autonomía de la voluntad en los contratos, la defensa del derecho de propiedad o la ejecución de obligaciones— tienen su origen directo en el corpus jurídico romano. (Cuándo se Creó la Economía)
Durante este largo periodo, si bien no existía aún la economía como ciencia independiente, se debatían con intensidad cuestiones clave: ¿cuál es el límite moral del comercio? ¿Es justo cobrar por el dinero prestado? ¿Qué papel debe tener el Estado en la regulación del mercado? ¿Qué tipo de trabajo merece una retribución y cuál no? Estas preguntas, que volverían a surgir con fuerza en los siglos posteriores, estaban ya presentes en las obras de filósofos, juristas y políticos de la Antigüedad clásica.
La Roma de los emperadores, con su vasto sistema de impuestos, salarios, acuñación de moneda y administración de territorios, necesitaba soluciones prácticas y conceptos abstractos. Se diseñaron censos poblacionales para calcular tributos, se crearon instituciones de recaudación, y se organizaron redes de comercio que conectaban el Mediterráneo con Asia, África y Europa. Todo esto, gestionado desde el aparato del Estado, revela una comprensión avanzada del funcionamiento económico, aunque aún mezclada con criterios éticos, políticos y jurídicos.
4. Edad Media y mercantilismo: entre fe, comercio y riqueza (siglo V – siglo XVII)
La caída del Imperio Romano dio paso a una nueva etapa histórica, la Edad Media, en la que la economía tomó caminos diferentes, profundamente condicionados por la influencia de la Iglesia Católica y por las transformaciones políticas, sociales y culturales del continente europeo. Durante estos más de mil años de historia, desde el siglo V hasta el XVII, el pensamiento económico estuvo dominado por consideraciones morales, religiosas y sociales que frenaban, pero también moldeaban, el desarrollo del comercio y la acumulación de capital.
En la mentalidad medieval, influida por el cristianismo, el dinero no era visto como un fin deseable. La acumulación de riqueza material era considerada, en muchos casos, una señal de pecado o avaricia. Uno de los principios más importantes en la doctrina económica de la Iglesia era la condena de la usura, es decir, el cobro de intereses por préstamos de dinero. Esta práctica era considerada inmoral porque implicaba obtener ganancia sin trabajo, lo cual contradecía la visión cristiana del esfuerzo y el sacrificio como caminos hacia el bien común. (Cuándo se Creó la Economía)
A pesar de estas restricciones morales, la economía no se detuvo. Por el contrario, el surgimiento de los gremios artesanales, las ferias comerciales, y las rutas de intercambio con Asia y África revivieron la actividad mercantil en Europa. Las ciudades comenzaron a crecer, se desarrollaron mercados locales y regionales, y la figura del mercader adquirió cada vez más relevancia. Aunque el comercio seguía siendo vigilado por la moral religiosa, se convirtió en una actividad esencial para el desarrollo de las ciudades y los reinos.
Durante este periodo también se empezaron a utilizar monedas más complejas y diversificadas, lo cual facilitó los intercambios y dio lugar a los primeros sistemas bancarios. En este contexto surgieron familias de banqueros y comerciantes que marcaron época, como los Medici en Florencia. Estos actores no solo acumularon riquezas, sino que también financiaron reinos, guerras y obras de arte, jugando un rol central en la economía europea. La figura del banquero medieval es una muestra del cambio progresivo en la percepción del dinero: de ser un objeto de condena, pasó a ser una herramienta de poder político y desarrollo cultural.
A finales de la Edad Media y durante el Renacimiento, se consolida una doctrina económica que marcaría el pensamiento de los siglos XVI y XVII: el mercantilismo. Esta corriente sostenía que la riqueza de una nación se medía por la cantidad de metales preciosos, especialmente oro y plata, que poseía. Bajo esta lógica, los Estados comenzaron a intervenir activamente en la economía con políticas proteccionistas, fomentando las exportaciones y restringiendo las importaciones, para lograr una balanza comercial positiva. (Cuándo se Creó la Economía)
El mercantilismo representó un cambio de paradigma: por primera vez, el Estado asumía un rol estratégico en la economía. Se impulsaban compañías comerciales respaldadas por las coronas, se creaban monopolios estatales, y se utilizaban impuestos y aranceles para controlar el flujo de bienes. Este enfoque vinculaba directamente la economía con el poder político y militar, dando lugar a las primeras formas de lo que hoy llamaríamos política económica nacional.
En este periodo, entonces, la economía dejó de ser solo una práctica social condicionada por la fe o la costumbre. Se convirtió en una herramienta deliberada del proyecto de Estado, en una parte esencial de la construcción del poder nacional. Esta transformación abriría el camino para que, en el siglo XVIII, la economía se convirtiera finalmente en una ciencia autónoma y sistemática. (Cuándo se Creó la Economía)
5. Siglo XVIII: el nacimiento de la economía como ciencia
El punto de inflexión definitivo en la historia de la economía llegó en el siglo XVIII, en plena Ilustración, cuando esta disciplina dejó de ser una suma de prácticas, intuiciones filosóficas o principios morales, para convertirse en una ciencia estructurada, con conceptos, leyes, hipótesis y metodologías propias. Este hito tiene un nombre clave: Adam Smith, pensador escocés que, en 1776, publicó su obra fundamental La riqueza de las naciones. (Cuándo se Creó la Economía)
Con este libro, Smith sentó las bases del liberalismo económico y ofreció una nueva visión del funcionamiento de los mercados. Propuso que, si se dejaba actuar libremente a los individuos en la búsqueda de su interés personal, se generaría un orden espontáneo y eficiente que beneficiaría a toda la sociedad. Esta idea fue sintetizada en su célebre metáfora de la “mano invisible”, que sostiene que la suma de decisiones individuales racionales conduce al bienestar general sin necesidad de intervención estatal.

Smith introdujo además nociones clave como la división del trabajo, que explicaba cómo la especialización de tareas aumentaba la productividad; el libre comercio, como motor de crecimiento; y la crítica al proteccionismo mercantilista. Su enfoque rompió con las restricciones morales de épocas anteriores y planteó una economía basada en leyes naturales, susceptibles de ser observadas, explicadas y hasta previstas, como en las ciencias físicas.
A partir de este punto, la economía se consolidó como una ciencia social, con sus propios objetos de estudio, teorías y escuelas de pensamiento. Surgieron los economistas clásicos, como David Ricardo y Thomas Malthus; luego los neoclásicos, los marxistas, y más adelante los keynesianos, cada uno con distintas visiones sobre el rol del Estado, la distribución de la riqueza, el crecimiento y las crisis económicas. (Cuándo se Creó la Economía)
Desde entonces, la economía se transformó en una herramienta indispensable para comprender y gestionar la sociedad moderna. Comenzó a enseñarse en universidades, se creó terminología técnica, y se desarrollaron modelos matemáticos y estadísticos. En pocas palabras, nació una nueva disciplina que aspiraba a entender cómo se toman las decisiones humanas respecto a los recursos escasos, cómo se distribuyen, y cómo se organiza la producción y el consumo en todas sus formas.
Conclusión: Cuándo se Creó la Economía
Responder a la pregunta “cuándo se creó la economía” implica reconocer que no hay una fecha exacta, sino una evolución progresiva. Desde los primeros intercambios hasta la formalización académica del pensamiento económico, han pasado miles de años. Cada etapa de la historia ha aportado ideas, prácticas y sistemas que hoy conforman la economía moderna.
Comprender esta evolución no es solo un ejercicio histórico. Es también una forma de apreciar la complejidad del mundo actual y entender cómo nuestras decisiones económicas, personales o colectivas, están profundamente enraizadas en una larga historia de transformación social.
Preguntas frecuentes (FAQ): Cuándo se Creó la Economía
1. ¿La economía es tan antigua como la humanidad?
Sí. Aunque no existía como ciencia, la práctica económica (intercambios, producción, distribución) ha estado presente desde las primeras comunidades humanas.
2. ¿Qué civilización tuvo la primera economía organizada?: Cuándo se Creó la Economía
Mesopotamia fue la primera en registrar transacciones económicas de forma sistemática, con tablillas de arcilla y sistemas contables.
3. ¿Por qué Adam Smith es considerado el padre de la economía?: Cuándo se Creó la Economía
Porque fue el primero en estructurar la economía como una ciencia basada en principios, teorías y leyes, alejándose de la mera filosofía o administración doméstica.
4. ¿Qué papel jugó la religión en el desarrollo económico medieval?: Cuándo se Creó la Economía
La religión influyó en la visión ética del comercio, limitando prácticas como el cobro de intereses y promoviendo la justicia económica.
5. ¿Cuál es la diferencia entre economía y economía política?: Cuándo se Creó la Economía
La economía es el estudio de la producción y distribución de recursos. La economía política analiza estos fenómenos en relación con el poder y las instituciones.
Enlaces relacionados: Cuándo se Creó la Economía
- Enciclopedia Britannica – History of Economics
- Banco Mundial – Perspectiva histórica del desarrollo económico
- Universidad de Stanford – Historia del pensamiento económico
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