Cuándo se creó el código QR, por qué fue inventado, quién lo desarrolló 1.0

Cuándo se creó el código QR

Aunque parece una invención reciente, el código QR tiene una historia que se remonta a más de dos décadas. Desde su creación, ha pasado de ser una herramienta industrial en Japón a un símbolo global de conectividad y acceso instantáneo a la información. Pero, ¿Cuándo se creó el código QR exactamente y cuál fue su propósito inicial? Este artículo explora en profundidad su origen, evolución, aplicaciones actuales y proyecciones futuras.

Origen del código QR

La necesidad detrás de la innovación

En la década de los 90, Japón atravesaba un periodo de intensa transformación industrial, especialmente en el sector automotriz. En ese escenario, Denso Wave, una empresa subsidiaria del conglomerado Toyota, enfrentaba un problema técnico que limitaba la eficiencia en sus líneas de ensamblaje: los códigos de barras tradicionales eran insuficientes. Al ser unidimensionales, estos códigos sólo podían contener una cantidad limitada de datos, y requerían ser escaneados desde un ángulo específico, lo que ralentizaba los procesos de trazabilidad.

Masahiro Hara, ingeniero jefe de Denso Wave, tomó esta dificultad como una oportunidad para innovar. Observando cómo los juegos de mesa, como el tradicional “Go”, distribuían la información de forma visual y estratégica, ideó una manera de almacenar datos de forma bidimensional. Así nació la idea de un código que no solo fuera más rápido, sino también más robusto en cuanto a capacidad de datos y versatilidad en la lectura.

Esta necesidad industrial no respondía al capricho tecnológico, sino a una presión creciente por acelerar la producción sin perder la precisión en la trazabilidad. A medida que la industria exigía mayor control de calidad y automatización, el antiguo sistema de escaneo lineal quedaba obsoleto frente a las exigencias del nuevo siglo.

El nacimiento en 1994

En 1994, después de meses de investigación, desarrollo y pruebas en plantas industriales, Masahiro Hara logró desarrollar el primer prototipo funcional del código QR. A diferencia del código de barras, que solo leía en una dimensión, el nuevo sistema permitía almacenar información tanto en sentido horizontal como vertical, ampliando radicalmente su capacidad de datos.

Su nombre, Quick Response o “respuesta rápida”, no fue una estrategia de marketing, sino una descripción fiel de su funcionalidad. Este código podía leerse en milisegundos desde cualquier ángulo, algo impensable hasta ese momento.

Cuándo se creó el código QR
Cuándo se creó el código QR

El impacto fue inmediato dentro de la planta: los operarios ya no perdían tiempo alineando el escáner con precisión, y la información crítica sobre piezas y ensamblajes estaba disponible al instante. Denso Wave decidió no patentar el invento, permitiendo que el código QR fuera de uso libre. Esto fue crucial para su expansión más allá de Japón.

A medida que los sectores productivos globales adoptaban esta innovación, el código QR dejaba de ser una herramienta exclusiva de la automoción para convertirse en una solución transversal, adaptable a múltiples industrias. Lo que comenzó como una necesidad técnica puntual, se convirtió en uno de los estándares más versátiles de la era digital.


Características técnicas del código QR

¿Qué lo diferencia de un código de barras?

La principal diferencia entre un código QR y un código de barras tradicional radica en su estructura y en la cantidad de información que puede contener. Mientras que un código de barras es unidimensional (1D) y está limitado a unos cuantos dígitos —usualmente números de productos o precios—, el código QR es bidimensional (2D) y puede almacenar datos complejos: desde direcciones URL hasta datos personales o instrucciones de software.

Un código QR puede contener hasta 7.089 caracteres numéricos o 4.296 caracteres alfanuméricos, lo que lo convierte en una poderosa herramienta para transmitir información en poco espacio. Además, incorpora niveles de corrección de errores (del 7% al 30%), lo cual significa que incluso si una parte del código está dañada, aún puede leerse correctamente.

Entre sus propiedades técnicas más notables destacan:

  • Alta velocidad de lectura, lo que mejora significativamente los tiempos de respuesta en aplicaciones industriales o comerciales.
  • Versatilidad de uso, tanto en formatos impresos (como vallas publicitarias o empaques) como en entornos digitales (pantallas, aplicaciones móviles).
  • Redundancia de datos, útil en contextos donde los códigos están expuestos al deterioro físico o digital.
  • Capacidad de adaptación, ya que puede personalizarse sin perder funcionalidad, algo impensable en los códigos tradicionales.

Evolución de su diseño

La estructura visual del código QR es uno de sus mayores aciertos. Su diseño cuadrado, con tres cuadrados grandes en las esquinas, permite al escáner identificar rápidamente la orientación del código, sin importar desde qué ángulo se lo escanee. Esto elimina una de las mayores limitaciones del código de barras convencional, que requiere alineación precisa para ser leído.

Dentro del área del código se encuentra una rejilla donde se distribuyen los datos codificados. Gracias a complejos algoritmos de codificación binaria y de corrección de errores, es posible recuperar información incluso en situaciones donde el código está parcialmente cubierto, sucio o dañado.

Con el tiempo, el diseño del código QR ha evolucionado. Actualmente existen versiones personalizadas que incluyen colores, degradados, logotipos e incluso formas artísticas dentro del propio código. Estos elementos estéticos no afectan su funcionamiento si se respetan los parámetros técnicos de lectura, algo que ha sido aprovechado por diseñadores gráficos y equipos de marketing para mejorar la experiencia visual del usuario sin sacrificar funcionalidad.


De la industria automotriz al mundo

La expansión fuera de Japón

Aunque el código QR nació con un propósito técnico específico, no tardó en cruzar las fronteras de la industria automotriz japonesa. Pronto, su capacidad para almacenar y transmitir datos de forma inmediata captó la atención de sectores muy distintos: el marketing digital, la logística internacional, la educación, la salud, el turismo, entre otros.

En el ámbito del marketing, por ejemplo, permitió que las marcas pudieran conectar directamente al consumidor con contenido digital: promociones, cupones, redes sociales, videos o formularios. En la educación, facilitó el acceso a recursos complementarios, como videos o lecturas adicionales, sin necesidad de escribir largas URLs.

Pero fue en el sector logístico donde más rápidamente se adoptó, debido a su facilidad de integración en etiquetas, embalajes y sistemas de trazabilidad internacional. Las compañías encontraron en el código QR una forma simple, económica y robusta de gestionar envíos, controlar inventarios y documentar procesos de manera automatizada.

Su adopción fue aún más rápida debido a que Denso Wave decidió liberar su patente. Esto permitió que desarrolladores, empresas y gobiernos lo implementaran sin pagar licencias ni regalías, lo que facilitó su expansión masiva durante la década del 2000.

El papel de los smartphones

Uno de los momentos clave en la historia del código QR fue la aparición de los smartphones con cámaras integradas. Hasta ese momento, para escanear un código se necesitaba hardware especializado. Sin embargo, los teléfonos inteligentes pusieron en las manos del ciudadano común la posibilidad de interactuar con estos códigos.

La combinación de cámaras cada vez más potentes, pantallas táctiles, y el acceso constante a internet generó el entorno perfecto para que el código QR trascendiera el entorno empresarial y se convirtiera en una herramienta cotidiana. Ya no se trataba solo de escanear un producto en una fábrica; ahora cualquier persona podía acceder a un menú digital en un restaurante, a una promoción en una revista o a un documento en la nube.

Este fenómeno se intensificó con la aparición de aplicaciones específicas para escaneo, y más tarde, con la integración nativa del lector QR en los sistemas operativos móviles. Desde entonces, el código QR se ha usado para registrar asistencia a eventos, acceder a Wi-Fi sin contraseña, activar sistemas de autenticación en dos pasos, y mucho más.


Relevancia en la era digital

En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, los códigos QR han encontrado un espacio privilegiado como herramienta de conexión entre lo físico y lo virtual. Esta tecnología, que parecía haber quedado en segundo plano tras su creación en los años noventa, ha experimentado un renacer sin precedentes en la última década, consolidándose como una pieza clave en múltiples sectores. Su simplicidad, rapidez y facilidad de uso los convierten en aliados ideales para responder a las exigencias de un entorno donde la inmediatez y la seguridad son fundamentales.

El renacimiento durante la pandemia

Uno de los momentos más cruciales para la masificación del código QR fue durante la pandemia de COVID-19. En un contexto global donde el distanciamiento social se volvió norma y el contacto físico debía reducirse al mínimo, los QR se convirtieron en soluciones inmediatas para mantener interacciones seguras. Restaurantes de todo el mundo reemplazaron sus menús físicos por versiones digitales accesibles desde el celular; las instituciones sanitarias adoptaron formularios de triaje digital mediante escaneos; las empresas comenzaron a usar QR para pagos, reservas y comunicación de protocolos de bioseguridad.

Los gobiernos también apostaron por esta tecnología. En muchos países, los certificados de vacunación y formularios de ingreso sanitario funcionaban mediante códigos QR, lo que permitió agilizar controles en aeropuertos, eventos públicos y establecimientos comerciales. Además, diversas aplicaciones de rastreo de contactos integraron esta funcionalidad para alertar sobre posibles exposiciones al virus.

En cuestión de meses, el código QR pasó de ser una curiosidad técnica a convertirse en una herramienta cotidiana, familiar incluso para quienes no estaban acostumbrados al entorno digital. Este renacimiento no solo devolvió al QR su protagonismo, sino que también le abrió nuevas puertas en distintos sectores que antes no lo habían considerado.

Cuándo se creó el código QR
Cuándo se creó el código QR

Usos actuales del código QR

Hoy en día, los códigos QR son omnipresentes y forman parte de la vida diaria. Se encuentran en afiches, empaques de productos, anuncios en la vía pública, boletos de eventos, tarjetas de presentación e incluso en lápidas digitales. Gracias a la evolución de los smartphones, que ahora integran lectores nativos en sus cámaras, escanear un QR es tan sencillo como tomar una foto.

Algunos de los usos más comunes del código QR en la actualidad incluyen:

  • Pagos digitales: Plataformas como PayPal, Yape, Plin, Mercado Pago y otras permiten pagar escaneando un código, sin necesidad de introducir datos manualmente, lo que reduce errores y agiliza las transacciones.
  • Ingreso a eventos: Los boletos impresos o digitales con QR se utilizan para validar entradas a conciertos, ferias, conferencias o cines, facilitando el control de acceso y reduciendo la falsificación.
  • Compartir redes Wi-Fi: Ya no es necesario dictar largas contraseñas. Un QR puede contener los datos de acceso a una red y permitir la conexión automática al escanearlo.
  • Descarga de apps: Muchas campañas promocionales incluyen códigos que redirigen directamente a la tienda de aplicaciones correspondiente según el sistema operativo del usuario.
  • Menús de restaurantes: Ya normalizados desde la pandemia, permiten consultar el menú actualizado sin contacto y, en algunos casos, realizar pedidos directamente desde el celular.
  • Promociones y descuentos: Escanear un QR puede otorgar acceso a ofertas exclusivas, formularios de sorteos, membresías o recompensas de fidelización.
  • Autenticación de productos: Algunas marcas incorporan QR en sus empaques para que el consumidor pueda verificar la autenticidad del producto o conocer su trazabilidad.

Más allá de su función práctica, el código QR se ha convertido en un elemento central dentro de las estrategias de marketing digital. Su capacidad para redirigir al usuario hacia una acción concreta —descargar, comprar, suscribirse, interactuar— lo transforma en una herramienta poderosa para medir el comportamiento del cliente. Además, permite personalizar contenidos según ubicación, idioma o perfil del visitante, y ofrece métricas detalladas como número de escaneos, horario y dispositivos utilizados.


Seguridad y privacidad

A pesar de su sencillez, los códigos QR implican ciertos riesgos si no se utilizan con precaución. Como toda tecnología que conecta al usuario con el mundo digital, su efectividad depende en gran medida del contexto en que se usa y del nivel de consciencia con que se maneje.

¿Son seguros los códigos QR?

Aunque los códigos QR no almacenan virus ni ejecutan software por sí mismos, sí pueden actuar como puertas de entrada a sitios web que contienen amenazas, especialmente si han sido manipulados. Un código impreso en una pared puede parecer legítimo, pero si alguien lo reemplaza con otro redirigido a un sitio falso, el usuario podría ser víctima de phishing, malware o robo de datos.

Por eso, es fundamental adoptar buenas prácticas al interactuar con esta tecnología. Algunas recomendaciones básicas incluyen:

  • Usar apps de escaneo con filtros de seguridad: Muchas aplicaciones de escaneo ahora integran protección avanzada que advierte si un enlace parece sospechoso o no está encriptado.
  • Verificar la URL antes de abrir el enlace: Tras escanear, la mayoría de dispositivos muestran la dirección del sitio antes de abrirla. Si la URL es desconocida, acortada o contiene errores ortográficos, es mejor no continuar.
  • Evitar códigos en lugares sospechosos o sin contexto: Un código QR que aparece solo, sin una explicación visible, en una parada de bus o en la calle, puede ser riesgoso. La falta de contexto puede ser una señal de advertencia.

Empresas y desarrolladores también tienen la responsabilidad de proteger a sus usuarios. Esto implica asegurarse de que los sitios vinculados sean seguros, cuenten con certificados SSL, y no redirijan de forma engañosa a otros portales. Asimismo, deben informar claramente el propósito del QR y ofrecer una alternativa para quienes no deseen escanearlo.

En general, el código QR es seguro si se usa con criterio. Como ocurre con los correos electrónicos o enlaces en redes sociales, la clave está en saber identificar las señales de advertencia y actuar con prudencia.


Futuro del código QR

Lo que comenzó como una solución industrial en la década de los 90 se ha convertido en una tecnología versátil que promete seguir evolucionando. Lejos de ser una moda pasajera, el código QR continúa abriéndose paso en áreas que hasta hace poco parecían ajenas a él, impulsado por la innovación tecnológica y la necesidad de conectividad ágil.

Integración con inteligencia artificial

Actualmente se está explorando la integración del código QR con tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning. Esta sinergia tiene el potencial de revolucionar la forma en que se utiliza el QR, llevándolo más allá de una simple herramienta de acceso.

Por ejemplo, se están desarrollando sistemas que permiten que un código QR “reconozca” quién lo escanea —según datos anónimos como ubicación, hora o historial de navegación— y que redirija automáticamente a contenidos personalizados. Un usuario podría escanear el mismo código que otro, pero recibir información diferente según su perfil, idioma o comportamiento previo.

Además, existen QR dinámicos que pueden cambiar su contenido en tiempo real sin necesidad de ser reemplazados físicamente. Esta flexibilidad permite campañas adaptativas en publicidad, sistemas de alerta en tiempo real y experiencias inmersivas en eventos o museos.

También se trabaja en mejorar la interacción entre códigos QR y asistentes virtuales, facilitando respuestas automáticas, compras por voz o integración con chatbots directamente desde el escaneo.

Más allá del marketing: Cuándo se creó el código QR

Aunque el sector comercial y de marketing ha sido uno de los principales impulsores del código QR, su futuro se proyecta mucho más allá. Se espera que esta tecnología tenga un rol central en diversos ámbitos estratégicos:

  • Educación interactiva: Materiales físicos enriquecidos con contenidos digitales, ejercicios interactivos, realidad aumentada, y guías de estudio accesibles desde un QR.
  • Telemedicina: Consultas virtuales, registros médicos y seguimiento de tratamientos podrían gestionarse con códigos seguros y personalizados.
  • Votación electrónica: En contextos de democracia digital, los QR podrían facilitar procesos de votación segura y rápida, especialmente en poblaciones con acceso limitado a tecnologías complejas.
  • Logística avanzada: El seguimiento de paquetes, monitoreo de inventarios y validación de entregas ya se realiza en muchos casos con QR, y se prevé una expansión aún mayor.
  • Trazabilidad alimentaria: Desde el origen de un producto hasta su consumo final, los códigos QR pueden garantizar transparencia en las cadenas de suministro y ofrecer al consumidor información detallada sobre el proceso de elaboración, transporte y distribución.

Beneficios del uso del código QR

Ventajas para empresas y usuarios: Cuándo se creó el código QR

Los beneficios del código QR son amplios, tanto para empresas como para consumidores. Entre los principales destacan:

  • Acceso inmediato a información
  • Reducción de costos en impresión
  • Interactividad en tiempo real
  • Medición de resultados en campañas publicitarias
  • Ahorro de tiempo y recursos
Cuándo se creó el código QR
Cuándo se creó el código QR

Conclusión: Cuándo se creó el código QR

Saber cuándo se creó el código QR no solo nos permite entender su origen, sino también valorar su papel en la transformación digital global. Desde una herramienta para rastrear piezas en una fábrica japonesa hasta un canal de comunicación masiva, el código QR ha demostrado una increíble capacidad de adaptación y utilidad. En un mundo que prioriza la rapidez, la conectividad y la eficiencia, el QR sigue siendo una tecnología esencial.


Preguntas frecuentes: Cuándo se creó el código QR

1. ¿Quién inventó el código QR y en qué año?
El código QR fue inventado por Masahiro Hara en 1994, mientras trabajaba en Denso Wave, una subsidiaria de Toyota.

2. ¿Qué significa “QR” en código QR?: Cuándo se creó el código QR
“QR” significa Quick Response, o “respuesta rápida”, haciendo alusión a la velocidad con la que puede ser escaneado.

3. ¿Es posible crear mi propio código QR gratis?: Cuándo se creó el código QR
Sí, existen plataformas gratuitas en línea como QR Code Generator, GoQR.me o Unitag.io, que permiten crear códigos QR personalizados.

4. ¿Pueden los códigos QR contener virus?: Cuándo se creó el código QR
No directamente. Sin embargo, pueden redirigir a sitios web maliciosos, por lo que se recomienda escanear con precaución.

5. ¿Cuál es la diferencia entre un código QR estático y uno dinámico?
Un código estático no puede modificarse una vez creado, mientras que uno dinámico permite cambiar el contenido (URL, texto, etc.) sin alterar el código físico.


Enlaces externos: Cuándo se creó el código QR

  1. Denso Wave: Historia del código QR
  2. ISO/IEC 18004:2015 – Estándar internacional del código QR

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